Bienvenid@s

Un día no muy lejano y a la edad de 49 años, se me ocurrió para matar el aburrimiento coger las acuarelas de mi hija y pintar con ellas en un folio. Me gustó lo que salió y ese día decidí convertir la pintura en mi hobby.
Contaba a mi favor con la experiencia de haber pintado un par de veces las paredes de mi casa.

M. Losada